Las bajas temperaturas que se registran en los últimos días en México no afectan sólo a la vida cotidiana de las personas. Los animales también sufren las consecuencias del frío y pueden enfermarse. Pero, ¿cómo saber cuánto frío pueden soportar los peludos? Los mamíferos contamos con un sistema de termorregulación que se desarrolla con el tiempo. Es decir, todos nacemos con él, pero a medida que crecemos se fortalece. Por eso los bebés son más sensibles a la temperatura. Lo mismo pasa con las mascotas. Cuando son muy jóvenes o muy viejos pues estos sistemas ya se empiezan a deteriorar y tienen problemas para regular su el calor corporal. Ahora, esta regulación funciona de forma diferente en los perros y en las personas. Los canes utilizan su respiración. ¿Has visto a tu cachorro jadear? Pues está tratando de regular la temperatura de su cuerpo. Es posible que tenga mucho calor y necesita hidratarse. La temperatura normal en los perros varía entre 37.5 a 39.2 grados centígrados, según el portal de medicina veterinaria PetMD. Cuando tienen frío, las mascotas tratan de exponer en lo mínimo su hidratación, cierran la boca y dejan de jadear, cuenta Guzmán. También hay otros mecanismos para conservar el calor. En el organismo existen vasos periféricos que se dilatan o contraen según la temperatura. En el frío se contraen para evitar que la sangre esté en contacto con el ambiente y se enfríe. La idea es que se mantenga lo más caliente posible en los órganos más importantes. Otro factor que se debe tomar en cuenta es la raza del animal y su genética. Algunos tienen más resistencia al frío que otros y se adaptan a climas extremos como los husky siberianos, alaskan malamutes o mastin tibetano. Esta última, por ejemplo, es una raza antigua de trabajo de los pastores nómadas del Himalaya.